Una vez que nuestros alumnos obtienen el permiso de conducir, lo que más ilusión les hace es conseguir un vehículo con el que poder desplazarse y poner en práctica todo lo aprendido en la autoescuela.
Pero, una vez dado ese paso, el siguiente es mantener correctamente el coche ya que, para evitar accidentes además de que el conductor esté en buenas condiciones para conducir, el vehículo es otro factor importante a tener en cuenta.
Recordad siempre que en los accidentes de circulación intervienen tres factores:
Unas de las partes del vehículo importantes a tener en cuenta para revisar son los neumáticos. Se recomienda que la presión de los mismos se mida en frío (significa que no deberás haber recorrido más de 3 a 5 kilómetros en las dos horas antes de medir la presión), una o dos veces al mes, pero desgraciadamente no es así, ya que según los informes de la DGT, el 60% de los accidentes por fallo mecánico del vehículo es por culpa de los neumáticos.
Más de 1600 personas fallecieron en nuestro país, entre 1992 y 2001, por culpa de un mal mantenimiento de los nemáticos.
No es que sean elementos complejos, pero sí son determinantes para una conducción segura. Antes de saber como mantener un neúmatico o cómo utilizarlos de forma correcta, vamos a aprender de qué partes y componentes están formados, y qué indicaciones nos podemos encontrar en ellos.
# Los neumáticos pueden estar formados por entre 12 y 15 elementos, entre partes textiles, gomas, partes metálicas… Las gomas son mezclas de caucho natural y caucho sintético. Estos componentes se complementan, no se sustituyen y aportan diferentes cualidades al neumático.
#La profundidad mínima de las ranuras del neumático es de 1´6mm.
#Aunque los neumáticos no tienen fecha de caducidad, es recomendable que aunque no estén desgastados, se sustituya cómo mínimo cada cinco años.
#Las inscripciones que nos encontramos en el lateral de neumático nos indican datos de él, cómo medidas, velocidad máxima, año de fabricación…
#La etiqueta ecológica nos informa de la resistencia a la rodadura, su capacidad de frenado sobre el pavimento mojado, y el ruido de rodadura.
Para que estés un poco más familiarizado, queremos que sepas las partes de las que consta:
Flanco: Es la parte lateral o cara del neumático, por lo general marcada, hecha de una goma flexible que se adapta a las deformaciones cuando conduces.
Los elementos más relevantes a saber son el flanco, la banda de rodadura y el talón. Éstos son los que te darán la pauta para saber si los neumáticos necesitan mantenimiento.
Cada fabricante de automóviles selecciona, prueba y homologa diferentes neumáticos para cada modelo, siguiendo criterios de peso, rendimiento, tamaño… Los índices de peso y velocidad son dos criterios muy importantes en la selección de neumáticos para determinar la presión que se les debe aplicar.
Las indicaciones sobre la presión que se debe aplicar a tus neumáticos sueles encontrarlos por lo general en el interior de la puerta de acceso al tanque de gasolina, en el marco de la puerta del conductor, en el manual del vehículo y a veces (las menos), en el compartimento del motor.
Aparecerán dos indicaciones para la presión de sus neumáticos: vehículo muy cargado o por autopista o autovía o vehículo con carga normal. En función del vehículo, hay presiones distintas en las ruedas delanteras y traseras.
Si no llevas la presión correcta en los neumáticos de tu vehículo, esto afectará negativamente en ellos, en tu vehículo y en tu seguridad.
Si llevas neumático poco inflado, aunque sea levemente, es más fácil que se caliente y puede reventar en cualquier momento. Además, se acelerará el desgaste de la banda de rodadura por los laterales y aumentará el consumo de combustible. Pero si los llevas demasiado hinchados: la banda de rodadura del neumático se desgastará mucho más rápido por el centro, la suspensión del vehículo sufrirá y además disminuirá la adherencia. Así que coge el manómetro (es el aparato con el que medir la presión, que puedes localizar en cualquier gasolinera), y ajusta adecuádamente la presión de los neumáticos.
Recuerda que, al mismo tiempo que revisas la presión de los neumáticos de tu vehículo también debes comprobar la de la rueda de repuesto. Es recomendable la de repuesto lleve la presión más alta de las indicadas por el fabricante (Plena carga o por autopista o autovía).
En el caso de que debas cambiar los neumáticos de tu vehículo, es importante que sepas leer las inscripciones que vienen en su lateral, para saber qué neumáticos debes poner. Si no sabes, observa el ejemplo que tienes a continuación, nosotros te lo explicamos:
– Anchura. El primer número, en el ejemplo 255, se refiere al ancho del neumático y se expresa en milímetros. Lo usual es que oscile entre 125 y 335 milímetros, pero debes tener en cuenta que los nuevos neumáticos no pueden sobrepasar los 30 milímetros respecto a los originales.
– Altura. El segundo número se refiere a la altura del neumático y se expresa en porcentaje, lo cual significa que la altura es del 60% respecto a la anchura total.
– Radial. La “R” indica que el neumático es radial, lo cual significa que las capas internas se orientan partiendo de un punto central. Los neumáticos diagonales están compuestos por diferentes capas superpuestas y cruzadas, pero en la actualidad la mayoría de los neumáticos son radiales.
– Diámetro. El número después de la “R” señala el diámetro del borde interior de la llanta y se expresa en pulgadas. En el ejemplo es 17, pero lo usual es que varíe entre 10 y 23 pulgadas. Tendrás un margen de +/- 3% respecto a los originales.
– Índice de carga. Este número indica la carga máxima que puede soportar el neumático, en el ejemplo el número 106 indicaría una carga máxima de 950 Kg. No obstante, existen tablas de correspondencia que te permitirán saber exactamente la carga máxima soportada. En cualquier caso, debes tener en cuenta que los nuevos neumáticos no deben tener un índice de carga inferior, siempre debe ser igual o superior a los originales.
– Velocidad. La última letra indica la velocidad máxima a la que se puede circular con seguridad con el vehículo cargado completamente y los neumáticos con la presión de inflado adecuada. Estas letras oscilan entre la “A”, que es la más baja, y la “Y”, que es la más alta, aunque existe una excepción, la “H”, que equivale a 210 km/h. En el ejemplo, la V equivaldría a una velocidad de 240 km/h. A la hora de elegir los nuevos neumáticos, el código de velocidad debe ser igual o superior, jamás inferior.